LAS EDADES DE LA INOCENCIA
-“Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María» – Acto seguido cerraba los ojos, férrea, sentada al borde de la cama, cara a la efigie tamaño XL de la Virgen de Fátima. Sea como fuere, aquella escultura casi a escala real desató los delirios de mi abuela. Ahora podría desviar el foco de su infinita...