La merienda
Miro el reloj, las seis, suspiro profundamente y me dirijo a la ventana. Desde allí espío a los niños que juegan alegremente en la calle, mis amigos. Algunos niños chutan la pelota entre mordisco y mordisco de sus bocadillos, conozco sus gustos, bueno, más bien, las costumbres de sus madres: manteca, mortadela, fiambre…. Siento que...