“PIDO PERMISO SEÑORES, ESTE TANGO, ESTE TANGO HABLA POR MÍ,…”
Buenos Aires fue mi obsesión, mi anhelo, mi sueño, mi deseo ardiente de conocerla desde mi juventud; pues la pasión por el fútbol como por el tango, heredadas tanto de mi padre como del tío Hoover, sentimentalmente siempre jalonan mi corazón. Cuando en 1968, el conductor del programa radial, “El Tango”, en Cali, Néstor Arturo...