Oporto añejo
Dejé las maletas y me fui a buscarla enseguida. La puerta acristalada insinuaba los contornos de su interior repletos de aventuras. Entré a verla, recorrí con mi mirada todos los planos posibles de su cuerpo. Era bella, mucho.Me envolvió cálida, en medio de un bullicio que ni siquiera podía afear nuestro primer encuentro. Mientras disfrutaba...