Los invisibles
Estoy de él a la distancia de lo que mide mi brazo estirado; pero no me ve. Sentado en un banco, bajo los tamarindos, mira al mar. Aprieto el gatillo. Su cabeza se desploma cuando la bala le entra por la sien. *** Cuando veo un escritorio sin papeles, sé que quien se sienta detrás...