Un jubilado asesino
—¿Excarcelación? ¿ Que me vaya de aquí? ¡No! De aquí no puedo salir. Un funcionario acababa de informar a Romero de su inminente salida de la prisión: por su edad y su buen comportamiento, merecía salir. Y le miraba perplejo, con las cejas levantadas, después de escuchar del preso un tajante “Yo, de aquí no...