Fucsia
– Triunfito, para mí – dijo Mireya, con expresión juguetona, mientras se llevaba el tres de bastos de su abuelo. – Claro, te han ido todas las buenas, igual que en la partida de antes. – Siempre la misma excusa. ¡En la partida de antes has robado el caballo, el tres y el as de...