Un descanso en el camino
Llevaba ya unas dos horas de viaje en mi viejo Renault azul y el sol calentaba con firmeza mi cara a través de la ventanilla. A pesar de haber ido a Galicia a descansar y ver a mi familia no había tenido una semana fácil y estaba deseando llegar a mi piso de Madrid. No me sentía...