Era diciembre…
Era diciembre y muy temprano. Comenzaban a escaparse de la cocina los primeros aromas y sonidos del día: vahos con olor a leche tibia y delicioso café; el ruido inconfundible de un fuerte chorro de agua escurriéndose por el drenaje del fregadero; el musical entrechocar de platillos, cucharas y tazones; chapoteos de trapo de piso que...