Bocados de realidad
El aroma de las migas está lleno de púas, de cristales en suspensión, de aguijones que penetran en los rincones más oscuros de tu cerebro. -Laura, ¿te encuentras bien? – te pregunta tu abuela. El tenedor tiembla en tu mano. Lo llevas al plato y después a tu boca. Masticas. El mismo sabor, las mismas...