El recordatorio es el misterio del silencio sin cita
Ya se me olvido la sequía que atravesé por él, arrugue mi pensamiento como avellana en colibrí, los puentes de parís siguen recibiendo el humo del cigarro de los más viejos y el beso de los más jóvenes, y luego, estoy con mi vigilia, recostada en un sillón como si estuviera en Macondo; no pensando...