La sazón desde cero

La sazón desde cero

Siempre habrá alguna historia que gire alrededor de una mesa con comidas preparadas al fuego, ensaladas crudas frescas, frutas de estación, aromas del café o del té.

Siempre existirá una mesa con manjares al momento de la celebración de un evento: una boda, una comunión, un funeral….

Crear sabores….

La naturaleza nos regala los olores primarios y nos ha dotado de los sentidos para tener la capacidad de combinar el gusto con el olfato y con ello, poder aceptar o repulsar aquello que intentamos probar.

El sabor se llama sazón cuando, como colectivo, lo aceptamos como un gen cultural. No importa cuán soso, dulce, salado o picante puede apreciarse, si es seco o húmedo, si se presenta colorido o transparente, es nuestro organismo quien será el auténtico juez del gusto. Cuando el dictamen individual es similar al de otros por el mismo alimento preparado, comienza la nueva cultura. Ella se introduce en cada paladar y, luego de pruebas y repruebas, se hace patrimonial. Es la gota de agua que comienza hacerse océano.

Somos redes de transmisión de culturas: enseñamos nuestras lenguas para comunicarnos; somos buenos o malos en gran medida por lo que recibimos, formamos individualidades con el propósito de obtener una sociedad colectiva y creadora. Tenemos divergencias, pero todos arropamos y protegemos nuestra cultura gastronómica. Ella nos convierte en seres orgullosos, de pecho henchido al momento de exponer ese olor y sabor que pretendemos  lo degusten con sus oídos, al escuchar nuestros relatos.

Hay un momento único en el que nuestros sentidos coinciden: Ese primer contacto con la leche materna. Ese vital líquido que calma y que nutre, es el mejor manjar que hayamos probado y en el que todos coincidimos en el aplauso de juez.

Una historia.. una tradición… en Venezuela

Comienzos de Diciembre. Es el mes de la concordia, de la familia reunida, desde al abuelo al nieto

, es la temporada de la ropa de estrenos. Es el mes de la Hallaca . Todo hogar tiene su «Reina de las Hallacas». Prepararla es un trabajo en equipo, ya que  previo al inicio, se organizan dando las responsabilidades de tareas a cada quien: unos, las hojas de plátano limpias y bien cortadas, otros, el pabilo para el amarre, hay quien corta las carnes en dados ( cerdo y vaca) y sancocha la gallina, está el que limpia y corta las verduras y quien prepara la mesa para los adornos ( pasas, olivas, alcaparras, tiras de pimentón, cebolla, tocino) y finalmente, el responsable de la masa de maíz “ onotada”.

La Reina con su delantal, da la orden de inicio y con un celo infinito de su receta, se dispone a hacer el guiso.

Por último, queda el grupo que aglutina todos los ingredientes procesados y, como si fuera un regalo, las envuelven en la hoja de plátano aromatizada y amarrada, para su cocción final

La hallaca es el amuleto, es la fiesta y es la unión para toda la vida… en Diciembre

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