Don Nadie
X caminaba cabizbajo con la mente anfetamínica a mil, tratando de procesar las imágenes que en intermitentes destellos fulminaban su cerebro .Empezaba a amanecer y con ello el frío y amargo despertar de muchos, pero para él era el anuncio que tenía que mantenerse digno, si es que alguien conocido lo viera llegando a casa...