Viajar es un placer
Poco y mal. Como siempre, he dormido poco y mal. Un rayo de luz de Caravaggio sobre mi rostro me hace reaccionar del modo contrario a San Mateo en la vocación. Me obliga a fruncir el ceño, a refunfuñar, a maldecir e ir poco a poco desbloqueando los sentidos. Observo el reloj y marca las...