En el infierno está el cielo.
Nací en un país en guerra. Perdí el oído cuando bombardearon la casa del vecino. Aprendí a oler al enemigo y me enseñaron a matar con la mirilla. Y un día, tras años y años sobreviviendo como un impecable francotirador un forastero me pilló desprevenido y me mostró a un adolescente mirando el mismo panorama...