¡ SUEÑO CUMPLIDO !

¡ SUEÑO CUMPLIDO !

Grisel Telechea

30/04/2018

El eje de mis recuerdos, lubricados y afinados… traen a mi memoria, sonidos alegres y nostálgicos de un ayer lejano, y presente.

Regresamos del exterior a nuestro país, trayendo en mis entrañas, la bendición de dos meses de embarazo de nuestro primogénito, concebido en Venezuela, donde con mi compañero de vida, estuvimos años trabajando.

Nos tomó un tiempo asentarnos, comprar casa cerca de la familia, y poner en marcha nuestros respectivos trabajos. La casa, provista de tres ambientes al frente, con ventanales a la calle. Un living comedor y dos dormitorios… El del medio lo utilizamos para instalar un salón, de ventas de los artículos más vendibles, al que atendía por la ventana.

El jardín, el pórtico, donde estuvo el salón, y la entrada de coches a la derecha.

Lo fui surtiendo, fueron aumentando los clientes, mucha de la ropa, era de confesión propia, las exhibía en una vidriera con ruedas, que entrabamos todas las noches. Vendía artículos escolares, golosinas, perfumes, cigarrillos, juguetes y más. Mi esposo, trabajaba en lo suyo mecánica automotriz, la entrada daba directo al taller. También él como yo, pagamos derecho de piso. Pasa siempre al inicio de todo negocio.

Llegó la frutilla de la torta, nació Gabrielito engalanando nuestras vidas, un bebé hermoso, ángel divino, conforme, alegre, travieso como todo niño sano.

Sale la idea de comprar una herramienta mayor al taller, de valor y de mucha utilidad, un torno que se compró en cuotas, al tiempo que surge la oportunidad y el deseo de comprar un coche.

Después de un tiempo, Enrique hoy sigue con su torno…

Acordamos que él pagaba el torno, y yo me hacía cargo del coche. Como suele pasar, las grandes deudas no admiten bajas, los atrasos se pagan con recargos. Las ventas decayeron un poco, al país entraron 0.K con facilidades, y garantía, mermó también la mecánica. Esto hizo tambalear nuestra economía.

La situación conllevo una suerte de ofertas, como el dos por uno»entre otras, para pagar las cuotas, mientras se vaciaba el local. No era fácil reponer mercadería, y por ende conformar los clientes. Por el cual el negocio comenzó en retroceso. Llegó el día de la liquidación total, y el cierre del mismo.

Esto no fue el final, sino el comienzo del plan B». Como gran entusiasta del deporte desde siempre, tenía guardados mis títulos de instructora de gimnasia, en variadas disciplinas.

La casa de entonces y de hoy.

Un cliente del taller mecánico.

Cuidando el jardín, y disfrutando con nuestra nieta….

Fiesta en el gimnasio…

Para ello, utilicé el ambiente más grande a la entrada, el living comedor, hice una serie de propagandas, volantes y parlantes callejeros. comenzando con siete alumnas, a la semana fueron catorce, siguieron más y más.

La gente se fue sumando, la combinación de horarios, cuando Gabrielito estaba en la escuelita, me permitía cumplir con todas las tareas, ya que cuanto más exigencia mayor rendimiento. Mi entusiasmo crecía haciendo lo que más me gustaba, comencé a vender ropa y calzado deportivo. Que suerte que se fundió el salón…

Una sorpresa deseada llegó, nos volvimos a embarazar, seguí dando las clases, con la supervisión médica, adaptando las clases a mi estado, no me perjudicaron, todo lo contrario, me hicieron mucho bien, el parto fue excelente, emotivo, el nacimiento de otro varón precioso, con el nombre elegido por su hermano, nació Javier, un bebé soñado y esperado para alegría de toda la familia.

Ya tenían su dormitorio propio, pero las visitas tenían que pasar directo a la cocina, a la entrada estaba el salón de gimnasia, y no tenían donde sentarse. Se instaló en mi mente, la idea de hacer un gimnasio. La idea fue madurando y tomando forma, hasta el momento en que lo hablé con mi esposo.

No fue fácil, él tenía miedo de volver a fracasar, pero no logró persuadirme, seguí firme en mi propósito. El que no arriesga no gana» ese es mi lema, hasta que lo convencí. Pedí un préstamo, se fue levantando, parando en ocasiones, para volver a empezar. Ni fácil ni difícil, todo lleva su tiempo, y una cuota de sacrificio, que bien valió la pena.

Claro que con facilidad de dinero, se puede construir en meses, este llevó dos años. La inauguración fue todo un éxito, me gané a todos los comercios de alrededor patrocinando el evento, aportando premios a los ganadores, de juegos que se efectuaron en diferentes categorías. Niños, damas y caballeros, desde 1º -2º y 3º premio Nuestros hijos participaron felices de los juegos, y de la corre caminata.

La alegría ganó el entusiasmo de la barriada, habían payasos, y regalos para los más pequeños, piñatas y otros. Tomaron fotos, filmaron, y se cortó la cinta inaugural del… Laysam Gim no puedo expresar en palabras la alegría que inundaba mi corazón. Se cumplió un sueño escondido, de no ser por el bendito fracaso del salón, jamás hubiera imaginado hacer tanto revuelo en nuestro hogar.

No siempre son malos los fracasos, se sufren en su momento, hay que hacerles frente con actitud positiva, en ocasiones dan paso a nuevos y mejores proyectos. Lo digo con humildad gratitud, y orgullo, llegué a tener cien alumnos, me sentí realizada. Cuando tuve penas que ahogar, las dejé bajo de la escalera. Al momento de dar la clase, sentía que ese día no podía con mi angustia, sorpresa» me transformaba en artista, payasa, alegre, positiva, capaz de dar la clase con la mejor onda.

Se puede, si lo pude lograr, es porque todos podemos llegar a nuestras metas, y cumplir nuestros sueños. Hoy en otra etapa de mi vida, muy preciada, vivimos en la misma casa, recientemente jubilada, lamentablemente con falta de muchos seres queridos, continuamos con otro ritmo.

Llegaron tres hermosos nietos en escala, sigo con mi vida inquieta, caminatas, bicicleta, adoro viajar, conocer otras culturas, dentro y fuera de Uruguay. Continúo haciendo proyectos, menos atrevidos que los logrados, pero proyectos al fin. La vida es un sueño maravilloso, el sueño consiste en vivirla.

Fin

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