Árbol de hoja perenne-RN
El sol llevaba escondido varios días después de que empezara la semana. Pero como no puede nunca irse, seguía alumbrando la ciudad de grises. Su habitación casi a oscuras, pese a que era mediodía, volvía a verlo amanecer como de costumbre: solo y por sorpresa. Esta vez abrió los ojos sin poder recordar qué estaba...