La chica cuyo nombre empezaba por «B»
Era agosto, quizás septiembre, cuando la duda y el rencor entraron por la ventana de aquella habitación todavía sin amueblar. El viento removió el polvo, y de paso, también la conciencia y el alma de una triste sombra. La realidad se había impuesto, algunos sueños quedaron enterrados para siempre. Esas ilusiones vagas de felicidad que...