El último brote psicótico.
Sam volvía a casa después de un día largo de colegio que lo dejó agotado. Eran las seis, y ya había anochecido. A la oscuridad de la noche se sumó una niebla espesa que apenas le dejaba ver por donde circulaban las ruedas de su bicicleta. Aun así, se orientaba bien. Sabía que quedaba la...