Viaje con Matrioshka.
En esta maleta no cabe casi nada, más aún, cuando la he convertido en una Matrioshka de tres piezas. Anhelo traer recuerdos para quienes me añoran en mis viajes, de ahí el triple envolvente. Aprovecho cada hueco concéntrico, para mis pensamientos, pero la cremallera no colabora. Mi pequeña tuca de ojos almendrados, se encargará de...