Hoy puede ser un gran día
Abro los ojos y me desperezo. Salto de la cama y miro a través de la ventana. Los primeros rayos de sol despuntan destellantes como espejos en el cielo. “Hoy puede ser un gran día, plantéatelo así”, me digo, canturreando en la ducha a lo Joan Manuel Serrat. Y sonrío. Me enfundo aquellos vaqueros que...