CUANDO EL TIEMPO TOMA LA PALABRA
No es encierro en soledad. Familiar. Con su cara y con su cruz. Hablamos de lo que es asunto obligado. Continuas llamadas a la asepsia para regatear al bicho. He dejado de poner los informativos de la televisión, aturden más que revelan. Y en este refugio obligado, pláticas con el otro yo que pugna por borrar...