El Encierro Me Ha Liberado
He cambiado, no soy el mismo desde hace unas semanas. El encierro me ha permitido abrir nuevas puertas, pasadizos secretos que en mi libertad pasada había ignorado. Estoy desconectado, y los hilos que regían mis acciones han sido cortados. Desde mi mundo interior, al que tengo acceso total, soy mi capitán y puedo navegar en aguas lejanas sin temor a naufragar.
La bendita cuarentena, me ha vuelto a poner en el asiento del conductor. Me ha devuelto el control de mi vida por lo menos durante unos días. He podido ver a los niños, la esposa, mis viejos y amigos desde un ángulo olvidado. He vuelto a retomar lo que había enterrado durante décadas. Amo puramente, uso la pluma, veo el alma. ¡Bendito aislamiento!
No sé cuánto tiempo durará esta libertad. Pronto seré «libre» de nuevo, pero mientras dure, dejaré volar mi imaginación. Usaré estas puertas y pasajes secretos para mi beneficio y el de los demás. Disfrutaré del «confinamiento». ¿Qué me han dado? ¿Qué me han quitado? Depende de la perspectiva que tomes. ¡Me han encerrado! ¿Pero qué me han hecho? Me han retenido por algo pequeño y letal que está al acecho.
Cuando todo termine y me den la «libertad», estaré en la «cárcel». Volveré a esas andanzas; alguien me controlará como hace un tiempo. Cerraré estas puertas, tal vez no escriba, y le daré la espalda a mis laberintos secretos. Disfrutaré cada momento de este encierro. Ven conmigo, hablemos mientras aún hay tiempo. Este «yo» pronto se irá y no hay fecha de regreso.
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