La hora de la verdad
Cuando se despertó no supo distinguir sus sueños de la realidad y se ahogaba con su propio aire. Tenía muchísima sed pero no había agua a su alrededor y sus pies se habían enraizado al suelo de su habitación. Estaba sola. Siempre estaba sola. Y no había cerca ningún espejo donde se pudiera reconocer. Y...