La década furiosa
No era difícil encontrarlo, ahí bajo el sol tempranero de esa banca metálica. Aquiles Valdez no se escondía de amigos y enemigos. Enganchaba la vista sobre la plaza que tenía enfrente, todos los días, a la misma hora, como una cita de ancianos. Su nariz parecía gotear de su cara y un pedazo de cigarro...