SI ALGUNA VEZ ESTUVE (Título provisional)
I ¡Coooño! estoy jodio. Fueron las únicas palabras que se diferenciaron de todo lo que dijo Ignacio mientras jadeaba apoyando ambas manos sobre sus rodillas, y las glándulas sudoríparas trabajando a millón. Su cuerpo pesaba, y bastante, pero más su barriga. Ella le hacía pensar que si Atlas aún cargaba la tierra en sus espaldas,...