Historias de dos mundos
PRÓLOGO La lluvia caía incesante sobre el pavimento, pero eso no impedía al pequeño Rómulo jugar alegremente a la intemperie. Le gustaba correr por la Via della Conciliazione desde el Castillo de Sant’Angelo hasta el Obelisco de la Plaza de San Pedro, generalmente compitiendo con otros niños. Y aunque a veces lo hacía solo, nunca...