Mis mil migraciones
Hacía bochorno y humedad, mucha humedad, aunque fuese medianoche pasada. Un fuerte olor a eucalipto y naturaleza viva me desconcertó. No había acabado aún de desentumecer los huesos y las ideas después de un día y medio de viaje, saltando de avión en avión y del lustre impersonal y climatizado de un aeropuerto al siguiente....