LA ESPERA DE LOS MALVENIDOS
Aquella familia numerosa de allende los mares acababa de llegar al puesto de control de la frontera de un estado europeo. Arrastraban grandes y pesadas maletas a punto de reventar. El Padre, visiblemente emocionado, exclamó: «¡Por fin hemos llegado! ¡Aquí está la tierra soñada, llena de oportunidades para todos!». Y, presuroso, se dirigió cortésmente al...