Podré mirar hacia atrás?
En todo este tiempo, cuánto he llorado, cuántos hedores de locura surgieron entre las piedras, buscando gritos de esperanza y de valor. Sobre la noche tibia de la corteza de mi alma, descansa el último suspiro de locura y con él la mansedumbre y la calma. No pido rencores, ni resentimientos; no pido cordura ni prejuicio....