Entre claveles y rosas
Cuando niño tenía un par de zapatillas que me gustaban mucho, porque cada vez que daba un paso encendían unas lucecitas en los talones. Sentía que con ellas podía correr más veloz. Hasta hacía un sonido de tan rápido que iba; un sonido de esos que hacen los automóviles o el viento cuando sopla impetuoso...