San Miguel a la vista
El golpe fuerte de un hombro robusto me decía que la educación no pasaba por mi vereda, me quejaba y era el sonido como pandereta de tantos gritos en silencio que echaba al cielo por no poder pedir más, ¡disculpe! me dijo; para dejarlo pasar en una ancha calle de mi cuadra donde el espacio...