LA CASCADA
Nos encanta Pinilla, sobre todo, la era delante de la casa y el infinito paisaje lunar que se despliega ante nuestros ojos pero, a fuerza de ser barrida por todas las ventoleras del orbe, a uno acaba por resecársele la nariz y todas las cavidades del cuerpo, húmedas por naturaleza. Indefectiblemente, cada verano, acabamos con...