Violencia de género
¡Plaf!, sonó la cachetada que recibió. El hombre la tomó de los cabellos y sacándola del balcón la metió dentro de la sala. ¡Plaf! Le volvió a golpear en la cara. La mujer, en un silencio de una persona aterrorizada, lo miraba con los ojos muy abiertos. El golpe la había hecho trastabillar y caer...