El frío y los nervios
Hace dos años murió mi padre. De él he heredado el pelo, la melancolía, los gestos y los ojos. Mi padre era un hombre moreno y atractivo que albergaba cientos de planes en su cabeza elegante. Tenía una estrella, decía, y leía el Tao Te Ching. Se crió en Barcelona con una tía carnal, de...