Exquisito escupitajo
Un manchón indescifrable que emula un ojo persigue medroso mi andar pausado. Más adelante, una muda y sarcástica sonrisa se petrifica en el aire pútrido de la ciudad. Narices que parecen vejigas; manos que se enraízan al viento; bocas resecas de una sed rancia. Creaturas salvíficas por el acto redentor del aerosol que emergen simbióticas...