El diario de Margarita

El diario de Margarita

Jueves 29 de febrero /5:00 a.m.

El viento corre deprisa, frío pero sin afán; las hojas con ansias de libertad, se desprenden de las ramas de los árboles bailando al compás de aquel viento que va y viene como intentando reconocer este lugar, que ha sido y será su origen y final.

La oscuridad comienza a dar paso a la luz, al final prevalecerá solo una, se verán obligadas a separarse de nuevo; mientras tanto y durante pocos segundos pueden ser una, se disfrutan, se anhelan, se desean, se crepúsculo.

Las palomas salen de los rincones de la cúpula de la iglesia que han convertido en sus hogares, extienden sus alas y rodean el lugar, verificando día tras día que todo esté bien, que el tiempo en un ataque caprichoso de soledad no haya destruido nada.

5:30 a.m.

Margarita aprovecha el momento en el que la brisa sopla fuerte y sin dirección fija para asomarse por la ventana y secarse con el viento después del baño, de esta manera su pelo toma el aroma de arbustos y flores, mientras este se lleva consigo los malos presagios.

Con el tiempo, Margarita se ha acostumbrado a madrugar, pero en realidad lo odia

-Palabras de Margarita, cierta madrugada … –

“ la madrugada, cruel villana enemiga de los sueños!!

Ya sé, ya sé, que soy dramática,pero es que en realidad odio levantarme temprano; pero mi reloj cronológico hace que mis ojos se abran todos los días sin importar donde este a las 5 de la mañana. Afortunadamente desde hace más de un año que vivo en esta calle, he comenzado a disfrutar de las madrugadas; he aprendido a armar el rompecabezas que diariamente se repite al salir el sol: siempre los mismos personajes, las mismas acciones, el mismo guión, es como si la vida de los seres humanos se limitara a una serie de actividades predispuestas para llenar ese espacio determinado de tiempo que llamamos día.

Y yo,fiel espectadora de esta gran obra, puedo ver desde mi ventana, como cada personaje se esmera por cumplir a cabalidad con su libreto; estas personas han hecho de esta calle su hogar, sus pies sin importar los caminos que tomen, siempre volverán aquí, porque como dice la canción que tanto le gusta a Carlos “uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amo la vida”.»

-Fragmento diario de Margarita un día cualquiera de la semana pasada-

«Contemplar esta calle desde lejos, siempre me ha dado la impresión de que aquellas personas son como títeres, y me asusta pensar que tal vez yo también pueda serlo. Por ejemplo ahí está él, Don Julio, siempre vestido de traje, muy elegante y puntual para alimentar a las palomas, le gusta sentarse al lado izquierdo de la estatua del libertador, comer su pan con queso y bocadillo y pensar en lo que pudo haber sido y no fue. Permanece absorto en sus pensamientos. En ella para ser exactos, Helena. La mujer que amó y que ama con locura, triste contradicción, pues la locura no le permite a ella amarlo, ni siquiera se acuerda de él.

De los edificios color crema salen la Señora Mariela y Pipe. Ese Pipe! Con apenas 7 años y enamorado de mí. Si supiera que yo también estoy enamorada de él, pero la Señora Mariela es muy brava y nos aleja a cada rato. Pero mientras ellos esperan la ruta escolar, yo puedo imaginar nuestro mundo, el de Pipe y el mío, entre caricias en la pansa, juegos y comida, eso debe ser el amor definitivamente.

Aquél es Carlos, un muchacho amable y guapo, mi amigo, cada que puede me invita a comer, vive bajo el árbol más frondoso de la plaza de lunes a miércoles porque esos días según el caen menos hojas, los otros días, vive bajo la sombra de otros árboles, de otros parques, de otras caricias. La ciudad es su casa, y los árboles su cama. A la Señora Mariela le cae mal (como raro, es que a esa bruja nadie le cae bien, pobre Pipe!), a Pipe le da un poco de miedo y Don Julio de vez en cuando le comparte un trozo de pan con queso y bocadillo, que él a su vez comparte conmigo. Últimamente el pobre ha pasado muy malas noches, todo por una perra que le fue infiel. Pero quien podría culpar a Chariza, el dueño del Café de la esquina le brinda más comida y ella tiene 6 cachorros que alimentar.”

-(Aquí termina Margarita el escrito que inicio cierto día de la semana pasada, pero hay otro fragmento de su diario, que se considera importante, debe conocer el lector o lectora.)-

Del diario de Margarita, en una hoja adornada con muchos corazones, al parecer del día de hoy.

“Hoy paso algo especial, hoy Pipe me dio una flor blanca, una flor que se llama Margarita, como yo <3 .”

6:00 a.m.

Margarita se dirige hacia el árbol en la mitad de la plaza donde se encuentra Carlos que ya se ha despertado, está muy contenta y quiere mostrar de inmediato el regalo que Pipe le ha dado, pero Carlos molesto le quita la margarita a Margarita de la boca, refunfuñando entre dientes que los gatos no comen flores.

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