Mi calle no tiene mármol en el pavimento, en alcantarillado alguno, las aceras se obraron con bordillos en la considerable pendiente, cableado de urbanismo, conducciones de fluidos y farolas que cuelgan en la gravedad; sustentadas donde se pierde la vista, en una hilera de parábolas alineadas una tras otra.

Desde el horizonte emerge dos caminos derechos, entre dos sendas, por mi calle es. Llena de historia.

Fluye la libertad en clase turista a paseo donde la vista y la vida se debatía, ser o no ser, de entre la existencia, en puro instinto por derecho propio, en aquel tiempo, cuando todo era en base a la referencia. La referencia hacia la propia existencia.

Entre las calles, los nombre de santos: San Cayetano, Tajo figuras y a dos manzanas cruzando al paso se encuentra la calle cuyo nombre le pusieron Independencia. Otras calles y nombres en las arterias, avenidas y callejuelas. La Plazoleta a la vista, con particularidad de la clase turista.
¡Qué cosas!, las diferentes.
Y en el lenguaje de calle, plazas y callejones: los bordillos, empedrados y adoquines, cimentados en formación de paisajes bellos; entre construcciones hornamentales plantas y vida, pasajes gloriosos.
Hay en el sur un pueblo donde hubo una vez ….. las calles se hicieron monte, el monte hogar y el hogar morada. El habitat durante años fue residencia por causas de la gran contienda.

Vivencias yuxtapuestas para cumplir, como acampada de servicio militar, ambas experiencias.
En el presente y futuro por venir: en el modus operandum de la referencia, en el estado del individuo, colectivo afecto y dasafección de colectivo.
En la calle Desencuentro sirves a tu país con juventud, habilidades y ocurrencias, notarás como el acecho dispuesto, vienen va, divagan entre quehaceres prestos a coronar las obras que surgen de las ganas y del tesón.
Sentirás como van por la calle de interesar entre gente interesante, sólo servirán a sus intereses.
Calle la Salud, del Deporte, calle Cultura; en nombre de la calle, calles propias.

Calle de la ley, de la razón, de nombre de la flora, y fenómenos atmosféricos, calle de pilotos de fórmulas.

En el bar de la esquina de la calle Oficio te atenderán como cliente con derecho de admisión extraoficial, si eres potencial, y no muy mayor, si interesas. La rentabilidad del pasado no importa si eres presente y futuro por venir, dijo el poeta.
La antiguedad es solo cosas de empresas, lejos de la calle el presente es contante y sonante. En el podium niveles de desacuerdo, entre cuerdos de calle, buenos y malos, apoyos y poyetes, canapé perpetuo.

El viajar del decente de calle, moroso, y allí los baches grandes no se esperan. Los baches del silencioso.
Esquivaban absortos entre transeúntes, a los que absuelven también los poetas bajo sus tareas y figuras limítrofes; abstractas, curvas, planas en telaraña egocéntrica.
Obedientes los quienes, para no saber de otros, los cuantos, temas en el juzgado de lo concerniente.

Es lo concerniente, fabrican subvención de puentes de tinta invisible, entre tenientes de ríos de paja ajena.
Espontáneos vioandantes van y vienen, entre ocupados, en ser que le ocupa. Presa de algún pasaje de iluminación u fabricación propia memoria.
Reporteros de casa puertas, fotografos de portadas, retratos del tiempo, por la calle pasan en días en el encuentro. El bumerang viaja con efecto, lo causal entre obras bien hechas, derrivos improcedentes. Productividad de máquinas, motores híbridos aparece la avanzada tecnología, esperanza entre humo en las calles de la ciudad.

Noticias a mares en aire comprimido, impulsión e impacto en la calle del complejo intacto. Triste penumbra bajo farola parabólica alineadas hasta donde alcanza la vista en paraje de murmullo circulatorio, en la parada de pura resiliencia.
Y en la calle Carnaval se vive a presente, el futuro se vislumbra sembrados a disfraz en las agrupaciones en exaltación de la gracia. Lo monótono se hace extraordinario, lo normal se hace fabuloso. El tranquilo títere, el nervioso gracioso, hasta coronan con laureles al mismo cretino.
Calle Peatonal, calle Pétalos, calle Ministerio, calle Utópica.

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