Visto y no visto
«¡¡¡Alguien me está tocando!!! ¡¡¿Me quieren robar?!! ¡Me siento indefensa y desnuda en la espantosa oscuridad de mi maldita ceguera!», los pensamientos de la mujer del bastón dan paso a sus gritos: —¡¡¡No me toques!!! ¡¡¡Cabrón!!! ¡¡¡Hijo de puta!!!; ¡¡¡si te vuelves a acercar te rompo la crisma!!!; ¡¡¡mi bolso va cargado de piedras y...