¿Y Los Chamacos?
De mañana todos estaban en la escuela, pero en los fines de semana, desde temprano llegaban. No había quién los parara, sólo algún carro como yo que les pitara. Todos los niños, hermanos, primos o sólo conocidos eran dichosos al jugar por la calle Miguel Alemán. Dos equipos, de 6 cada uno, con una pelota...