Alonso Cano con Maudes
Diez años he vivido en aquella nuestra casa, una década de éxitos y fracasos contraperleados de sonrisas y lágrimas. Llegamos aquí para quedarnos, pero la mala cabeza de otros nos acabó derrumbando, como un castillo de naipes que combate con estoicismo un huracán atormentado. Nuestro primer hogar si así puede llamarse era un zulo sin...