Aprender a caerse para saber cómo levantarse
Aún recuerdo esa tarde de verano como si fuera ayer. Yo era pequeña y puedo decir con orgullo que, aunque faltaba poco para ello, aún no habíamos llegado al siglo XXI. Mis padres habían adquirido hacía no mucho una casita en el campo y desde ese momento, nada más terminar la época escolar en junio...