Movimiento disciplinado
Se llama Adriana y tiene 35 años, cuando era niña vivía a las afueras de un pueblo pequeño, en un lugar dónde en invierno corría por prados cubiertos de blanco y en verano se cobijaba en cada sombra del camino. Creció rodeada de naturaleza y de gente que la adoraba. Le quedaba tanto que aprender...