Parecía que me amaba.!
En mis sueños ya lo había conocido, era blanco, alto, no muy delgado, ni muy flaco. Aparentemente, él , tambien me habia pedido así. Con sus fraces bien echas, todos los días, le hablaba a mi corazón haciéndole entradas difíciles de cerrar. No teniendo escapatoria a sus palabra, mí cuerpo y mente se estaban acostumbrando...