1 de Enero de 2014. 10:00 AM.

Queridos amigos de Facebook. No sé cuánto tiempo me queda de vida. ¿Año y medio? ¿Quizá menos? Hace unos tres meses me detectaron una enfermedad degenerativa irreversible. Estaba torpe, cansado, sumamente cansado. Pensé que era estrés, puro agotamiento. Pero los médicos me sorprendieron, después de unas dos semanas seguidas de pruebas, con un diagnóstico que suena a sentencia letal. Desde entonces sólo he podido pensar en algo que nunca antes estuvo en mis planes: la muerte. Pude oír a mi buena amiga que me acompañó a la consulta “definitiva” implorando cualquier tipo de terapia que prolongara mi existencia y también la respuesta indiferente y cruel de la enfermera. «¿Para qué? No hay nada que podamos hacer». La conversación se produjo delante de mí, como si no estuviera presente, como si ya me hubiese ido. Por extraño que os parezca la reflexión no me sorprende. Siempre he tenido dudas del ser humano. Falta de fe. Así que soy una bomba en potencia. Quizá debería apretar el gatillo pero no lo haré. Dejaré que seáis vosotros los que jueguen a ser Dios desde su anonimato cobarde, desde su insoportable exhibicionismo. Voy a aprovechar las redes sociales para hacer mi último experimento. Será ese “otro” amorfo, vosotros, quien tome la última palabra acerca de mi “yo”. Es lo que tiene ser de ciencias. Tengo casi 500 000 amigos. Son muchos, ¿no? Recibo tantos mensajes y gilipolleces todos los días que apenas puede leer con desgana una ínfima parte. Mierda. Las redes sólo generan mierda aburrida, pretensiosa, estúpida. Así que dispongo de un muestreo bastante representativo para averiguar qué es eso de la ética social e irme sin dudas.

Aprovechando estos últimos ratos libres sin dolor (sólo latente) he creado un pequeño engendro hardware-softwareque permita se cumpla vuestra voluntad aquí en la tierra, como en cualquiera de esos patéticos reality show de televisión. El mecanismo es muy simple. A partir de ahora podéis votar clicando Me Gusta. Si el día 3 de Enero de 2014 a las 3:00 AM, la cantidad de clics no supera el 60% de 4000 (tenéis que votar 2400 si queréis salvarme; y no vale votar más de una vez) este pequeño engendro electrónico me chutará una dosis letal de aire en vena. No os preocupéis que a esa hora estaré dormido lo suficientemente sedado como para no enterarme. Cuando mi corazón pare de latir el cacharrito en cuestión encenderá la luz de la habitación, tomará una foto, la subirá a Facebook y enviará un wasapa unos pocos (lo suficientemente lejanos y ajenos a “mi problema”) para que vengan a recogerme los de emergencia. Probablemente alguien ya me haya juzgado y piense que soy un egocéntrico egoísta o un sádico cobarde. Se equivoca. No tengo familia. No dejo nada. A mi familia la mató un auténtico cabrón famoso drogado que, para vuestro conocimiento, sigue su vida como si nada hubiera pasado: recibiendo Me Gustaen Facebook y desbarrando en programas de televisión para marujas que no duermen la siesta. A eso se dedica. No pierdan el tiempo en intentar evitarlo de otra manera que no sea como os he indicado porque nadie tiene ni la más remota idea de donde estoy o pueda estar. Es lo que tiene vivir en esta aldea global.

A los que me felicitan por mi cumpleaños sin conocerme de nada; a los que envían mensajes de Dale a me gusta si amas a Jesús; a los que comparten sus momentos borrachera e idiotez colectiva; a los que se beatifican como maestros de la opinión, a metrosexuales, ególatras, fetichistas y parafílicos; a los que piden casamiento publicándolo en su muro; a los incógnitos que reparten insultos, calumnias, infamias; a los fans de los selfies: ahora podéis encarnar a César o al mismísimo Dios. Esto es todo.

3 de Enero de 2014. 2:30 AM.

En la memoria de un engendro computacional hay una variable que almacena el número de clics Me gustade un condenado a muerte biológico. Hasta el momento acumula 2345 votos. Todo lo demás sigue en orden. La energía del suministro eléctrico está estable con menos de 1% de variación. Los sistemas de inyección de aire, encendido de luminarias, de videograbación y de mensajería están listos. La segunda dosis de sedante ha sido suministrada satisfactoriamente, el cuerpo está completamente relajado en fase IV de sueño. Todo en orden.

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