Salvadora mía
¿Fue serendipia o la fuerza del destino que alineó a todos los planetas para que no pudiese escapar de su antojo? Tal vez nunca llegue a dar con la respuesta adecuada, pero apareció justo cuando los hilos que me sujetaban no eran más que ajados jirones abandonados a su suerte pidiendo, en su mudo lenguaje,...