Vigilia
¡Bienvenido! -Dijo el presentador-. ¿Tú también estás aquí para descubrir el misterio, verdad? El misterio de la vida. Pero yo estaba desorientado después de tanto vagar dando tumbos, y las luces me cegaban ¿El misterio de la vida? La vida no tiene ningún misterio. Apagué el televisor y me froté los ojos; la mueca falsa...