El fin del mundo
Valentino leyó la carta varias veces, acercando el papel al pábilo de la vela hasta casi quemarlo, y sólo cuando supuso –sólo supuso-, que ésta iba a ser legible de alguna manera por sus seres queridos, comenzó a plegarla lentamente, cuidando que los bordes coincidieran de manera exacta. Se sentó con el papel entre sus...