Sevilla en el corazón.
Los primeros meses fueron de llenarme los ojos de maravilla. Los campos de girasoles, las aves en Doñana, la esperanza de ver un lince, los vientos africanos, el olor a azhar y a incienso, los cielos azulísimos sin nubes, el atardecer en el Guadalquivir, las mujeres en tetas en la playa… fuera de mí, en...