DESCANSA EN PAZ
Aquella maldita embolia le había dejado paralizada la parte izquierda de su cuerpo. Nunca se había planteado como sería vivir con semejante tara. Por eso, cuando los médicos le dieron el alta no supo si alegrarse o caer en las fáciles y seductoras garras de la más terrible depresión. Siempre había sido una persona llena...