LA PARTIDA
La cita se pactó, celular mediante, en el mismo ceremonial tono con que solíamos pactar nuestras escapadas de amigos, en el mismo lugar de siempre, el que solía gratificarnos observando por horas la playa que enfrentaba al Náutico de San Vicente do Mar, mientras comentábamos nuestras vidas, compartiendo un delicado tempranillo de bodegas Neo acompañado...