Ce n’est pas une crème glacée
Nata y chocolate, definitivamente. Es lo mejor del mundo. Nata y chocolate, como siempre. Es ir a lo seguro, a lo que me gusta. Y eso es bueno. Las cuatro personas que me preceden en la fila me privan de cierta visibilidad, así que estiro el cuello a la par que balanceo el cuerpo cual...